Carisma 

Junto a la apremiante afirmación de Pablo, que escribe a la comunidad de Corinto “Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es mas bien un deber que me incumbe: ¡ay de mí sino predicara el Evangelio! (1 Cor 9,16); nos sentimos interpelados, confrontados y llamados, a hacer realidad este anuncio del evangelio desde nuestra identidad responsable de laicos.

Por ello nuestro lema es “Yo soy la esclava del señor, hágase en mí lo que has dicho” (Lc 1,38).

Somos llamados a establecer el encuentro de Dios con la humanidad de hoy, en su monte Santo para que Él pueda grabar en el corazón de cada ser humano su Alianza perpetua que, por su Hijo en la acción del Espíritu Santo, ha establecido con toda la humanidad de todos los tiempos. Queremos volver al primer amor y hacer que todos se enamoren del Señor (Ex 19,4-6).

Nos identificamos como Asociación Privada de Fieles, con reconocimiento del Obispo Diocesano, que celebra su misión de anuncio teniendo como inspiración el crecimiento espiritual de los mismos y el fortalecimiento de la fe de todos aquellos que se acerquen a los ministerios y servicios ofrecidos por medio de retiros espirituales, evangelización, enseñanza, encuentros de la Palabra y la oración; para vivir una vida fraterna en el vínculo de la unidad y de la caridad.

A esta asociación se vincula por medio de una fraternidad en la cual hay tres niveles de responsabilidad: los adherentes, los comprometidos y los consagrados.

Nuestro logo es el rostro materno de María bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima.

 

  

Testimonio

 

Testimonio Patricia  M. Forti Siderczyk

 

Aún no hace dos meses que el Señor me permitió llegar a Monte Horeb y experimento hoy que "estuve fuera de casa un tiempo y al volver hicieron una fiesta".

Oración, compartir vida, donación por parte de los hermanos, eso es lo que mi corazón vivencia en este tiempo, en este lugar.

Te glorifico Mi Dios en las vidas de la madre Ana, Graciela y Bettina, por su docilidad, acompañamiento y porque dejan verter Tu Amor a través de ellas sin miramientos.

 Porque sos vos mismo Amado del alma, el que abre las puertas al llegar a este lugar. Gracias Señor porque en este tiempo, me devolviste la alegría, ahora te pido la gracia de perseverar para que sigas transformando y tocando cada área de mi vida, dame fortaleza, docilidad y apertura de corazón para que también pueda servirte con ese mismo amor.

 En este corto tiempo tuve la gracia de participar en la comunidad, de un retiro de dos días. Mi buen Dios...dos días en los que me mostraste, que no hacía falta leer tantos libros ni querer formarme de tal o cual manera, para abrir mi corazón para que habites plenamente en él! ... De qué modo tan maravilloso, y con cuanta humildad, sencillez y simpleza, me prometiste revelarme cual es el sueño que tenéis preparado para mí, y me permitiste realmente entender y reconocer que te pertenezco desde siempre, que antes de formarme en el vientre de mi madre, me pensaste y amaste.

En fe, creo que es aquí donde me regalarás la gracia de poder responderte sin demoras...y ya no pienso en lo difícil de mi situación, porque entendí que si le abro la puerta al MIEDO y le permito salir, tendrás el lugar que me estás pidiendo para sellar definitivamente nuestra Alianza de Amor.

Gracias Señor! Gracias Comunidad!

 Patri.